Acaba de finalizar la Semana Santa que
rememora la muerte de Jesús y además de las variadas ceremonias que se realizan
es común que en algunos lugares se preparen platos especiales con la intención de
compartir y ofrendarle a los conocidos. Por ejemplo, en la costa norte de
Colombia se preparan gran variedad de dulces para ofrecerles. Hay
dulce de membrillo, ñame, tamarindo, mamón, papayuela y muchas preparaciones
con coco.
El budismo tiene una celebración
similar y tal vez una de las más importantes: El Wesak. Esta majestuosa ceremonia se celebra durante
un día de luna llena, en mayo, para rememorar el nacimiento, muerte e iluminación de
Buda. Los budistas celebran este día la vida del Buda y de sus
enseñanzas, festejan su iluminación, así como sus revelaciones sobre la
naturaleza de la muerte, karma y renacimiento, sufrimiento y deseo.
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Las casas y las calles se iluminan con lámparas
de papel ofreciendo un
bonito espectáculo al atardecer.
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El Wesak se celebra
con gran alegría y colores vivos. Los hogares se limpian y se adornan en la
preparación. Las celebraciones comienzan en los templos antes de amanecer mediante la meditación y el canto de sutras por parte de los monjes.
Las celebraciones
varían de un país a otro. “El baño del Buda” ocurre a menudo, el
agua se vierte sobre los hombros de las estatuas del Buda como un
recordatorio de la necesidad de purificar el corazón y la mente. En muchos países budistas la gente canta y recita versos en
honor del Buda, en ocasiones durante horas e, incluso, todo el día y toda la
noche. En otros lugares se organizan conferencias y discusiones, y, claro está,
hay quienes lo celebran meditando. Se hacen ofrendas a
los monjes y a los templos, y pueden ponerse altares como muestra del respecto
por el Buda y sus enseñanzas.
El dar a otros es
una parte importante de la tradición budista. Los regalos se pueden intercambiar
como parte de los festejos en Wesak. Los devotos suelen visitar orfanatos,
hogares de ancianos y demás organizaciones caritativas para llevar donaciones y
distribuir regalos. Algunos grupos de jóvenes preparan donaciones
colectivas de sangre a los hospitales. y repartir alimentos. Recordemos que el mérito que se gana por alimentar a un monje está directamente
relacionado con la cantidad de comida que éste ingiere. Entonces a regalar dulces costeños.
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