CEREMONIAS BUDISTAS: CONSTRUCCIÓN Y DESTRUCCIÓN DEL MÁNDALA

En el vistoso estante un gran buddha sakyamuni negro domina el campo visual del bazar de artesanías del mercado de las pulgas de la ciudad de Bogotá. A su alrededor varios centenares de figuras budistas, hinduístas y jainistas, de diferentes tamaños y tradiciones, conforman un panteón variopinto. Las hay de madera antigua, de cristales y mármol, y por supuesto de cobre, bronce y algunas aleaciones. Pero en la cosmogonía particular de esa vitrina también hay telas con mándalas de colores y pequeños retablos con estas perfectas figuras. Y recordé tener una muy vistosa en casa. Pero , ¿qué es y qué significa un mándala?

Históricamente se dice que Buda habló hace más de dos mil años de los beneficios que trae para el ser humano construir un Mándala ya que esta práctica tiene como objetivo arrancar del ser todo pensamiento o actitud negativa, para dar cabida a lo positivo. Personalmente creo que es un ejercicio que cultiva la paciencia.

Como lo narra el video los mándalas son diagramas esquemáticas y simbólicas del macrocosmos y el microcosmos, utilizados en el budismo y el hinduismo.

La palabra Mándala está formada por dos voces que significan “el centro” y “los alrededores”, y su realización está vigente como medida para lograr niveles de bienestar. 

El budismo tiene una ceremonia que consiste en la construcción y destrucción de mándalas únicos creados con finas arenas de colores que son depositadas lentamente sobre un diagrama geométrico, por algunos monjes privilegiados que utilizan cañas y embudos para este fin. Se utilizan como medio de meditación y se crean para honrar acontecimientos importantes
en la vida: un nacimiento, una muerte, etc. 

Su construcción puede tomar varios días pues el dibujo, el procesamiento de la arena y la aplicación en el diagrama son muy tareas muy dispendiosas. Los monjes comienzan por consagrar el lugar donde van a realizar el mándala y, durante 30 minutos, realizan cantos y recitan mantras. Tanto visual como acústicamente llega a ser muy ceremonia impactante.

Los monjes concluyen la creación del mándala de arena con su
santificación. En algunas ciudades miles de personas asisten a la
 ceremonia de clausura.
Es un acto muy colorido.

Una vez el mándala está terminado se inicia el proceso de destrucción del mismo, el cual sigue un orden determinado que depende del mismo mándala. Con su destrucción inmediata se simboliza la impermanencia de las cosas y la naturaleza cambiante de la vida. 

Los monjes que construyen y destruyen el mándala recoge la arena utiliza y la llevan a un río donde la esparcen. Este acto muestra el desapego que debemos cultivar.