Así como cada religión celebra el nacimiento y la muerte de su "gran inspirador" o Profeta, china también recuerda el natalicio de Confucio. Es una celebración con un ritual en la que se destacan las vestimentas típicas de la China Imperial y la lectura de algunos pasajes del libro sagrado. En él, el Gran Maestro habla acerca de la Sinceridad como el comienzo y fin de todas las cosas.
Algo muy interesante y perfectamente trasladable a nuestra época es la idea de que el hombre superior sabe conservar el justo equilibrio entre los extremos y todos los hombres son hermanos. El nacimiento de Confucio tenía otra fecha en el calendario chino, pero los estudiosos tradujeron estas fechas al calendario cristiano.
Un dato curioso: en 1906 su
gran dignidad de persona lo colocó en idéntico nivel que el del
Emperador y fue llamado a partir de ese momento "El Gran Sabio". En 1912 el culto a Confucio alcanzó su máximo esplendor.
Dentro de los rituales a Confucio hay uno muy particular: las plegarias. La gente que visita sus templos tiene un espacio en el que pueden retirarlas. En ellas están inscriptas oraciones, alabanzas, agradecimientos. Esto es muy pintoresco para el visitante no solo por la cantidad de plegarias sino por el "implecable" color rojo que domina el espacio. Esto denota en cierta manera la disciplina y la uniformidad que caracteriza a esta religión.
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| PLEGARIAS A LA ENTRADA DEL TEMPLO |
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